30 noviembre 2011

El gato desaparece, de Carlos Sorín

Yo lo único que le pido a un película es que me meta dentro y me haga desaparecer de este mundo durante el tiempo que dure. No es fácil. Si la película es mala puedes hasta hacer mentalmente la lista de la compra. Bueno, pues El gato desaparece del director argentino Carlos Sorín, lo ha conseguido. Doy no sólo por bien gastados mis euros, sino que además hasta me ha gustado.
Conozco el cine de Sorín ( Historias Mínimas y Bombón, el perro) y no me esperaba este tipo de cine. Esa fue mi primera sorpresa. Ha pasado de un cine muy pegado al terreno, con actores no profesionales, con mucha fotografia exterior, con historias humanas , a un cine que cumple a rajatabla con las reglas del cine de suspense más clásico. Ese manejo del género, la especial utilización de luces y planos, y el buen trabajo de los dos actores protagonistas, hacen el resto. La historia es sencilla y a la vez seductora. Cuenta la vuelta de Luis a su hogar. Ha estado internado en un hospital psiquiátrico por un brote psicótico y vuelve a la normalidad. Normalidad que su mujer empaña con miedos o sospechas. Toda la acción va por la cuerda floja sin bajar el ritmo. Sorín juega con las evidencias y con las sospechas, como sus personajes caminan entre la lucidez y la locura. Por cierto en la película hay un gato que desaparece..... Y el final convence.

1 comentario :

dapazzi dijo...

que passa pi??????????????