28 julio 2010

Bendita imaginación

Bendita imaginación. A veces sólo necesitas de ella para sobrevivir. Y a ella me agarro como clavo ardiendo ( este dicho no tiene sentido, si esta ardiendo no puedo cogerme a un clavo, me quemaría, no? ). Volviendo al tema. La imaginación tiene ese poder de hacerte levitar sobre tu insignificante historia real y teletransportarte a otro reino. Uno, medio palpable y medio huidizo. Un estado de consciencia ideal donde jugar a lo que te apetece en el momento, olvidándote de todo aquello que hace un instante te esclavizaba en el mundo real.

Dicen que lo difícil es inventar allí donde lo real le retiene a uno. Y es cierto. Tan cierto como que llevo dos días imaginando algo que seguramente no pasará nunca, pero con la ventaja que puedo decir basta cuando quiera y mientras tanto dejo que mi cabecita loca se pasee por ese mundo imaginario sin hacer daño a nadie. Y lo más importante, escapando por unos momentos de la infecta realidad.

¿Quien no ha imaginado que pasaría si le ocurriera algo que anhela? ¿Quien no ha imaginado por ejemplo que haría si le tocara el gordo de navidad? Esos cuentos de la lechera que vamos hilvanando con ilusiones perdedoras es lo que muchas veces nos da fuerza para seguir adelante. Bendita imaginación.

La realidad me agota. Últimamente hasta me asfixia. Me veo encerrada entre cuatro sórdidas paredes hechas de un día a día oscuro y pérfido, de un laberinto sin más sentido que permitirme seguir respirando. Por eso necesito de esta imaginación trankimalzinante , de ese poder de evasión mental, de esta vía de escape rápida, barata e indolora.
Bendita imaginación. A medio camino entra la cordura recalcitrante y un especie de frívola locura.

26 julio 2010

No hay manera



Siii, ya lo se , para muchos es la canción del anuncio de Ikea, pero en relidad es una nueva versión en acústico de un tema de Coque Malla. Yo crecí con la música de los 80's, por tanto escuché y bailé a Los Ronaldos mil veces. Y hoy he de reconocer que con la edad esa generación "incluso" hemos mejorado.

Por cierto, yo tampoco puedo vivir sin ti, no hay manera.

23 julio 2010

Un desastre natural doméstico

Mal acostumbrados que os tengo a tener este rinconcito lo bastante activo para engancharos y lo suficientemente anárquico como para no aburriros, a alguno os habrá extrañado mi tardanza en volver a dar señales de vida digital. Todo tiene una explicación.

He padecido un desastre natural doméstico. Con esto quiero decir que la paz del hogar dulce hogar se me ha roto. Llevo así un mes, un mes de desesperada desesperanza. Va para cinco semanas que padezco esta angustia desoladora que no me deja ni dormir.
No se como explicar como me siento, pero debe ser algo parecido a cuando a alguien le “okupan” su casa. De repente tu bendita rutina se rompe en mil pedazos, te paralizan la vida, te rompen costumbres, horarios y planes. Te dejan al capricho del azar y yo que soy una persona ordenada y planificadora (algún vicio he de tener) me están jodiendo en vida.

Lo que peor llevo es el agujero económico del desastre, sobrepasados los 1500 euros, mi viaje a Vietnam-Camboya lo veo muy lejos. Y ese sentimiento de rabia e impotencia me ciega. Para mi, que solo trabajo para viajar, esto significa renunciar a un propósito de vida.

En fin, hay días que alcanzo a ver la luz, gracias también al apoyo de quien tengo más cerca, pero hay otros en que las sombras se empeñan en agrandar el desastre.
Pasa el tiempo, entreveo soluciones, y de repente vuelta a empezar. Y pienso, no pude ser que en pleno siglo XXI esto me pase a mi.

13 julio 2010

Un spot con olor a París



Precioso anuncio el del perfume Miss Dior Chérie, con la modelo Maryna Linchuk de protagonista y el buen trabajo de Sofia Coppola en la dirección. Para redondear el spot sólo hicieron falta dos detalles más: un lugar especial, París, y una canción que encajase a la perfección, en este caso “Moi Je Joue” de Brigitte Bardot.

12 julio 2010

Una apátrida en un jabulani



Me siento una apátrida encerrada en un Jabulani, dando vueltas y vueltas sobre la hierba. Llevo dos semanas observando el comportamiento del personal y no consigo borrar el estupor de mi careto.

El mundo se vuelve loco a golpe de pronóstico de pulpo, convertido en oráculo divino. Y yo con la boca cada vez más abierta.

Y no digo que no me alegre la victoria de la selección española. Claro que me provoca un sentimiento de simpatía y alegría, está claro que he nacido aquí y nada tengo que ver con los holandeses (excepto un rollo de 4 semanas con un músico de Amsterdam. ¡que voy a hacer, era invierno y hacia frío!) , pero a lo que íbamos, que estoy muy muy lejos de colgar la bandera de mi balcón, de ponerme la camiseta roja y de pintarme dos garabatos en plena cara.

Y no penséis que es aquello de la vergüenza que teníamos hace unas décadas de ser españolitos, noo, por la misma razón no colgaría ninguna otra bandera, ni siquiera la del Barça o la de Salvemos las focas, por sacar a colación dos causas justas. Noo. Simplemente no me veo.

A mi el sentimiento de pertenencia a un país debe de ser que no me ha madurado. Cuando me preguntan no dudo en responder que soy española. Pero eso del orgullo patrio no va conmigo. De ahí a enarbolar bandera hay muchos kilómetros.

Estos días he reflexionado al respecto. No tenia otra alternativa, o hablabas y veías fútbol , o te exiliabas a reflexionar. Hasta tenia miedo de ir al cine y que no me proyectaran la película por ser la única espectadora.

Menos mal que ha acabado todo. Creía que no lo soportaría. Ha sido duro. He esquivado taxis que por casi me sacan un ojo con la banderita , he aguantado vuvuzelas a punto de rebentarme el tímpano, he escuchado mascletaes más grandes que las de hogueras, he visto un desfile de camisetas de la Roja más variado que un almacén de los chinos , hasta anoche pude ver un tío con un pulpo de verdad en la mano, celebrando en la Plaza de Luceros ese triunfo. Que digo yo , ¿era necesario esta comunión interplanetaria de hooligans patrios, esta sinergia de fuerzas ocultas en el otro lado del lado oscuro, esta catarsis colectiva de exparados, exhuelguistas, exapuntodeunERE…?

Con lo variadito que teníamos la conversación con nuestro paro, nuestras fusiones de bancos, nuestra bajada del consumo, nuestro Gurtel, nuestra presidencia europea…menos mas ZP que todavía estás ahí para dar que hablar y mañana mismo nos ponemos todos contigo.

08 julio 2010

El pulpo y la toalla


Es lo que tiene un mundial. La atención de todo un país focalizada al máximo en los que hacen once personas. Es así. Absurdo . Pero es así. No pasa nada más, sólo lo que ocurre allá abajo, a la otra punta del meridiano. Y en la calle un tapizado de banderas patrias ondean al paso del españolito. Ya no hay paro. Y hasta hay quien se rasca el bolsillo para pagarse el avión hacia la final. Vuelve a ser absurdo. Pero es así.

Ahora todos estamos pendientes de un pulpo. Un bicho, a mi entender, de mejor aspecto cuando nos lo presentan adobado a feira en un plato. Y hasta los ministros le prestan atención y desvían goles dedicando cortes de voz al susodicho bicho. Y tanto da de sí esta reunión de tupperwares versión macho-patrio, que claro, nos deja en la retina momentos imborrables. Como el de ayer en un vestuario. Su majestad la reina de España delante de un tio en porretas envuelto en una toalla. Qué digo yo que no debe pasarle muy a menudo a doña Sofía, ¿o si? Pero como los reyes son tan campechanos todo es absoluta normalidad. Tan normal como que un nacionalista como Pujol meta el gol que lleva a España a una final. Me encanta.

06 julio 2010

Hoy ha sido un gran día

Esta cançó li la dedique al meu germà Pepe. Hui per a ell, i per a tots nosaltres és un gran día, així que ja saps Pepe, duro con él.

05 julio 2010

Ser feliz no es una obligación

"En las sociedades actuales la felicidad está llegando a ser un término manoseado y banalizado. Todo el mundo la persigue y se siente decepcionado, fracasado, por no encontrarla. El problema es el finguimiento, la idea de que sólo hay que mostrar el lado alegre, el de la diversión, de que hay que dar la espalda a las flaquezas, a la enfermedad, a la muerte. No es necesario ser felices. Lo que importa es vivir a conciencia. Cuando nos damos cuenta de que ser feliz no es una obligación nos quitamos un peso de encima. Al final se trata de eso, de ser conscientes de los momentos aprovechables y alegres de la vida, de asumir sus dos caras, de saber que no existen fórmulas certeras para la felicidad y de que no pasa nada por ello".

Nicolás Casariego

01 julio 2010

Leap year, una comedia de verano



Como no suelo hacer ascos cinematográficos (excepto Jimmy Carrey y sagas de Crepúsculos) he ido a ver una de esas comedias románticas que empiezan a asomar por la cartelera ahora que ya es verano. Lleva por título Tenías que ser tú, uno de esos títulos que no sé por qué oscura razón sustituyen a la traducción original que es mucho más fácil y explicativa , que seria en este caso Año bisiesto (Leap year), Pero a lo que iba, se trata de una comedia amable, pero muy previsible y pelín rancia, que además no deja en muy bien lugar a los irlandeses. Aquí se trata de lo de siempre, que la chica tenga el anillo en el dedo antes de que se le pase el arroz. En fín, se deja ver por el estupendo guapetón protagonista. Es decir, una pelí para relajarte y disfrutar de la visión. Lo digo por los estupendos paisajes irlandeses, no penséis otra cosa (lobas, más que lobas).


Cuenta las desventuras de Anna Brady (Amy Adams) una decoradora sin otro objetivo que conseguir que su novio Jeremy (Adam Scott) le pida el matrimonio. Después de cuatro años de relación la propuesta no llega y Anna decide ser ella la que de el paso al enterarse de una curiosa leyenda irlandesa del siglo V: según esa leyenda, las mujeres pueden pedir la mano de sus parejas cada 29 de febrero. Casualidad de la vida que su novio esta en Dublín para un congreso medico. Ella viaja desde Boston (ahí al costat) para darle la sorpresa pero no cuenta con la ayuda de la metereología irlandesa y la mala pata que tiene la chica. Y ahí es cuando entra en acción, lo mejor de la peli, como ya he dicho, Matthew Goode (Retorno a Brideshead), un maleducado posadero hacia el que, por supuesto, verá despertar una inesperada atracción.


Dirige Anand Tucker, el director de la excelente “Hilary y Jackie” (1998) que ha tenido a bien recuperar el clásico The End al final.