16 octubre 2009

La última de Woody Allen



Si la cosa funciona, ….y desde luego que funciona. Woody vuelve a ser Woody. Después de dos películas que parecía no haber firmado él, me reencuentro con un Woody Allen auténtico, desde los créditos hasta el The End.

No es que tenga un argumento potente como Misterioso asesinato en Manhattan o Granujas de medio pelo, pero si os aseguro que pasas un muy buen rato con unos diálogos dinámicos, unos chistes en el momento justo, y un absurdo “marca de la casa” con licencia para matar (de risa).Comentarios sarcásticos de alto nivel, bromas sobre el judaísmo, sobre la homosexualidad, sobre la incultura de la sociedad…

Y para todo esto se sirve de un alter ego, Larry David, un conocido cómico de la televisión americana, al que le presta más de una similitud : hipocondría, sentimiento de superioridad intelectual, su atracción hacia las mujeres jóvenes, incluso su forma de vestir.



Dándole la replica está Evan Rachel Wood , todo encanto naïf y párvula inocencia, que le sirve de magnifico contrapunto al resabido genio de David.

Allen se sirve de un recurso teatral, sobretodo al principio y al final de la película: David, el protagonista, nos habla a la sala de cine, al espectador, nos traslada sus pensamientos y juega con nosotros al plantearnos ciertas cuestiones.

El mensaje de Si la cosa funciona (Whatever Works) es bien claro y aleccionador, como la vida misma, “si la cosa funciona, ¿por qué no? “ , si la cosa funciona, vale. No te compliques la vida. Acéptala tal como viene si ves que la cosa funciona. Y como no, nos habla también del papel del azar, igual que los protagonistas de las novelas de su compatriota Paul Auster.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Estic plenament d'acord... Com que no puc posar un link, et recomane que veges el meu minipost al facebook... Així vas acostumante... Que la informació ha de tindre feedback. Per cert, moooooolt bé la referència al documental de Drexler. Jo s´´oc un profund admirador d'este home....