4 meses,3 semanas,2 días

Ni reivindicación femenina, ni diatriba moralizante, ni melodrama sensiblero. El director de “4 meses, 3 semanas, dos días” se va a las antípodas de estos tratamientos habituales para hablar de un tema tan espinoso como es el aborto.
Esta película es de las que no necesitan música de fondo, ni fotografía especial, es el retrato de la cruda realidad, eso sí, contada de manera efectiva sin ningún tipo de estridencias. Sólo con la utilización del fuera de campo se vale para dejar respirar unas interpretaciones bárbaras en un ambiente sórdido.
La película,ganadora de la última Palma de Oro de Cannes, nos avisa ya en el título del periodo de gestación de la co-protagonsita, porque sin duda la protagonista no es la persona que decide abortar, es su amiga, en la que recae todo el peso de la película ; es la que te hace ver de cerca , pero a la vez con distancia, todo lo que rodea esta difícil decisión. En ningún momento la película habla sobre el aborto, sólo habla de la libertat, cuando uno vive irremediablemente en la resignación de un día a día enfermo, viciado. No hay críticas explícitas al regimen de Ceaucescu, pero se ve en muchos detalles el estrangulamiento cotidiano de las personas, cuando reservar una habitación de hotel se convertía en algo casi clandestino para dos chicas. Imaginaros abortar. Es lo que trata de explicar la película, y lo consigue.